“Disidente” cubano denuncia corrupción en Damas de Blanco y sus aliados

Por: María Carla González*

Los problemas de corrupción dentro de las Damas de Blanco y UNPACU no son nuevos, recordemos en los últimos dos años, varios de sus integrantes han denunciado y explicado cómo sus cabecilla, Berta Soler y José Daniel Ferrer, se apropian sistemáticamente de los fondos que el gobierno de EE.UU les entrega  de manos de la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA) para alterar la tranquilidad ciudadana, en el caso de las “damitas” de los vecinos y transeúntes del reparto residencial Miramar donde está enclavada la Iglesia de Santa Rita, cada domingo.

Parece que ya es tanta la desconfianza, que han perdido el apoyo de los propios socios de la oposición (otros mercenarios financiados por el gobierno de EE.UU. y sus aliados como Eliécer Ávila) queriendo desmarcarse de esta situación insostenible, me refiero a la corrupción ascendente, y a sus promotores, es decir Berta Soler, José Daniel Ferrer y Antúnez. Algo que Antonio Rodiles no hace por soberbia o para robarse el show (los jugosos dividendos mediáticos y monetarios) y Yoani Sánchez, seguramente quisieran hacer… si sus patrocinadores se lo permitieran.

El barco de los llamados disidentes cubanos tiene agujeros serios y no tardará en hundirse, empezando por aquellos donde la corrupción resulta peligrosamente evidente y lesiva a la imagen bastante cuestionada de sus patrocinadores. Aunque la mafia de Miami debe estar bastante ofuscada, pues tiene que cargar con esta lacra que es la única que le hace la corte en el nuevo contexto de relaciones entre Cuba y EE.UU., no por convicción, sino por la conveniencia de vivir del cuento.

“Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.” (Marcos 10:19)