
Daniel Ortega exhortó a los Gobiernos vecinos a desistir de intenciones belicistas que irrumpan con la democracia en Latinoamérica.
En el marco del recibimiento de las cartas credenciales de 19 embajadores, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, enfatizó en el rol vital del diálogo como agente unificador y garante de la paz en América Latina.
El jefe de Estado exaltó las bases de la hermandad y el respeto de las diferencias, que deberían fortalecer las relaciones de los pueblos de la región.
«¿Quién puede negar el principio de que los pueblos son hermanos, más allá de las diferencias ideológicas, religiosas o políticas?», expresó Ortega.
El evento de presentación de los nuevos embajadores nicaragüenses fue realizado en la Casa de los Pueblos, donde el presidente de Nicaragua aprovechó para exhortar a los Gobiernos vecinos a desistir de intenciones belicistas que irrumpan con la democracia y las relaciones diplomáticas bien llevadas.
«No importa el tamaño o el poderío militar, todos los pueblos como los seres humanos, merecen respeto, ya que todos somos iguales», destacó.
Estas aseveraciones hacen referencia a las amenazas de invasión militar que ha lanzado el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) contra Venezuela, situación que ha desatado el repudio de una coalición de países que defienden la soberanía y la independencia del territorio venezolano.
«Hoy más que nunca el mundo reclama la paz. No, a la amenaza del uso de la fuerza; no, a la guerra. El diálogo es el camino que lleva a la paz. Nos alegra cuando las naciones poderosas toman el camino del diálogo con naciones con las que tienen profundas contradicciones», enfatizó Ortega.
Asimismo, Nicaragua ha sido blanco de ataques que han intentado socavar los cimientos de la democracia de esa nación centroamericana. Una oleada de violencia se generó en 2018, en un plan patrocinado y gestado por el Gobierno de EE.UU., como lo denunció Ortega en reiteradas oportunidades.