
En la compleja trama que se teje para vencer las resistencias del Gobierno y del pueblo venezolano, dos hechos llaman la atención. En primer lugar, un extraño movimiento por parte de algunos medios de información internacionales como CNN, New York Times, AFP y Reuters, quienes además de desmontar matrices mediáticas contra el Gobierno de Nicolás Maduro —como por ejemplo, la quema de la supuesta ayuda humanitaria en la frontera colombo-venezolana—, han bajado sensiblemente el perfil mediático de Guaidó. De ‘presidente interino’, pasaron a llamarlo ‘presidente encargado’, luego ‘líder de la oposición’ y ya hoy por hoy, incluso lo han identificado simplemente como ‘ingeniero venezolano’.
El segundo de los aspectos tiene que ver con la dificultad que existe para arrojar verdadera luz sobre la violación de las leyes en las que ha incurrido Juan Guaidó.La abogada constitucionalista María Alejandra Díaz, presidenta de la comisión de derechos humanos y garantías constitucionales de la Asamblea Nacional Constituyente, concede una entrevista a Sputnik con el fin de hacer una valoración jurídica y política al respecto.

— ¿Cuándo Juan Guaidó comenzó a violar la Constitución?
— Desde el año 2015, que la Asamblea Nacional gana legítimamente unas elecciones y que la oposición es mayoría de ese cuerpo legislativo, comenzó una suerte de distanciamiento del orden constitucional venezolano cuando se empezaron a dictar leyes que contravienen la Constitución. Ese fue un primer conflicto entre la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que en la Constitución venezolana tiene la facultad de protegerla, pero además es la última intérprete constitucional. Frente a ese conflicto, la sala medió y anuló alrededor de 13 leyes. Luego en la Asamblea Nacional, incorporaron tres diputados cuyas actas de proclamación fueron anuladas y por lo tanto no podían ser incorporados a la plenaria.

Porque el ataque no es contra el Gobierno, es contra el orden constitucional: cuando te abrogas o te apropias indebidamente de atribuciones o ejerces atribuciones que no te corresponden. En la Constitución está claro el principio de la separación de poderes y cada rama del poder público tiene una función que cumplir. Tú asumes de facto dejando de un lado el derecho y el principio de la separación de poderes porque asumes el Legislativo, el Ejecutivo y asumes además la interpretación de la Constitución. En realidad, ese señor [Juan Guaidó] se ha convertido en un tirano en virtud de que a través de los hechos, ha pateado el derecho, ha destruido el derecho, ha atacado el orden constitucional y desde allí no solo se autoproclamó, sino que se declaró último interprete de la Constitución.
Cuando publicaron el estatuto para la transición, violaron absolutamente toda la Constitución porque ese estatuto la deroga. Fíjate lo grave que te estoy diciendo. Cuando te hablo de él como supuesto presidente de la Asamblea Nacional, te hablo del cuerpo colegiado. — ¿Las leyes las viola Guaidó o la Asamblea Nacional en su conjunto?

— Yo no quiero personalizar el ataque solamente en el señor Guaidó porque el cuerpo colegiado que se llama Asamblea Nacional, es el que ha incurrido en un golpe de Estado contra la Constitución, publicando ese estatuto de transición. Un régimen que no existe en nuestra Constitución. Violando la interpretación y el alcance propio del cuerpo normativo establecido en la Constitución, desconociendo el alcance de sentencias establecidas, que son criterio jurisprudencial dentro del orden constitucional venezolano y que son fuente de derecho. Yo podría estar aquí toda la tarde enumerando las violaciones, pero lo que te digo es que el comportamiento ha sido sistemático en la violación no solamente del código, sino de todo el orden constitucional.
— Juan Guaidó no es más que el títere de un plan mayor para hacerse de las riquezas de Venezuela. Cuando tú analizas el mapa de las posibilidades económicas, sobre todo de los recursos naturales del mundo, te das cuenta que dentro de 20 años los dos países que van a tener recursos petroleros para 100 años son Irán y Venezuela. Estados Unidos en ocho años no tendrá petróleo, ni siquiera el de esquisto. Colombia el año que viene estará en serios problemas. Porque ellos tienen gasificados el país, pero no tienen petróleo con qué surtirlo.Cuando tú te das cuenta en ese tablero mundial del papel de Venezuela, te das cuenta quién está detrás de la jugada: los tanques y los cañones de los Estados Unidos. Por eso, el señor Juan Guaidó asume esa posición de guapo de barrio y le importa un pito volarse el orden constitucional. Y ellos asumen que esos cañones van a vencer y que ellos van a quedar como los administradores de las cenizas del modelo bolivariano. Ese es el cálculo que están haciendo.No te lo pierdas: «EEUU apoya a Guaidó por petróleo y agua de Venezuela»

Si tú monetizas, conviertes esos recursos en activos reales, lo puedes meter en el torrente y puedes salir al frente de ese sistema financiero que es gas, que es la nada, porque está fundamentado en el dólar que es una moneda ilegal e ilegítima. Que nada la respalda. Nosotros sí tenemos respaldo. Cuando te hablo de alianzas inéditas, te hablo de países que tengan recursos, que se pongan de acuerdo y le digan al mundo «nosotros vamos con lo real», frente a la Reserva Federal. ¿Pero eso qué significa? Que tú vas a desatar la furia de los grandes poderes de la corporatocracia mundial. Venezuela está en este momento en ese conflicto mundial, es el centro del conflicto mundial, pero hay medidas audaces que se pueden tomar en el marco de esta guerra híbrida.
Ellos están acabando y caotizando el derecho internacional para que lo que exista sea la ley del más fuerte. ¿Contra eso qué puedes oponer tú? Lo real, la fuerza militar económica, energética de un polo alternativo de poder, llámese BRICS, con ellos, Venezuela y esas alianzas inéditas son las que van a significar un contrapeso, no para acabar con Estados Unidos, sino para contenerlo y para ser una potencia responsable. — ¿Cómo le explicaría al mundo el hecho de que una persona que ha violado todos estos artículos y leyes de la Constitución, como es el caso de Guaidó, siga libre? — Juan Guaidó no juega solo, detrás de él está la potencia más genocida de todos los tiempos de la humanidad. Y tú estás jugando un tablero mundial y no estás jugando solo. Venezuela está en el centro de la discusión geopolítica del mundo. Un error que nosotros podamos cometer, puede darle rienda suelta a la posibilidad de que esa potencia actúe con una excusa fútil.

Realmente Juan Guaidó no es el importante, sino las acciones que está tomando esa potencia cuando no te reconoce, te saca de las embajadas y pretende tomar territorio venezolano en el extranjero por la fuerza. Eso es una invasión, eso es ‘casus belli’, donde vaya. Este es un conflicto más que jurídico, de carácter político. Esa es la explicación por la que probablemente el presidente, que tiene mayor información que nosotros, no habrá tomado la decisión de atraparlo.Ha ido cerrando puertas porque, además, él [Juan Guaidó] se ha ido disolviendo. Él dice ser presidente, pero no puede ejecutar ni una sola acción como presidente. Ahora bien, dónde tiene fuerza, en el sistema financiero que es su verdadero aliado. A través de sanciones y apropiaciones indebidas de bienes de la república.

— Allí estamos en el marco de un conflicto como decimos los venezolanos, en el filo. Porque frente a la violación masiva de la Constitución, está este señor [Juan Guaidó], pero aquí hay un bien mayor que hay que preservar que es la paz. En medio de este conflicto de baja intensidad, de mediana y cuidado sino de larga duración, que me recuerda mucho a la Plaza Altamira, donde generales se le rebelaron a Chávez, estando la OEA aquí.Nadie entendía lo que estaba pasando, solo Chávez lo entendió y finalmente cuando estuvieron dadas las condiciones, actuó. Y vencimos y por eso estamos aquí. Puede ser que esa sea la valoración que se está haciendo desde los decisores del Ejecutivo. El peligro de Guaidó no es Guaidó, sino que quienes lo respaldan son los cañones y las bombas de los Estados Unidos de Norteamérica, no nos olvidemos de eso.