Marco Teruggi/Resumen Latinoamericano
La vida de Chávez condensa la vida de un pueblo. Hablar de él es preguntarse por lo que nos antecedió, por nosotros mismos, esta realidad y el tiempo que buscamos empujar. Es remontarse a la infancia, a una noche del 4 de febrero de 1992, cuando varias ciudades del país fueron escenario de combates. Así lo recuerda Kevin Rangel: esa noche tenía diez años, su casa estaba cerca de Fuerte Tiuna, en Caracas, epicentro de los acontecimientos. Se levantó con el estruendo de los fuegos, disparos, la toma que no pudo ser. No fue el único: a partir de ese día el país cambió. 21 años después, el 5 de marzo del 2013, la imagen fue nítida: Chávez se había transformado en el líder que la historia -es decir la gente- había creado durante largas décadas.