
El presidente Rafael Correa aseguró hoy que Ecuador está a punto de acordar con la petrolera estadounidense Oxy el pago de los mil 61 millones de dólares dispuesto por un tribunal arbitral contra el país suramericano.
Las conversaciones con Oxy están muy avanzadas, y prácticamente ya se logró un acuerdo de pago, afirmó el mandatario este viernes, durante un conversatorio con medios de prensa de la provincia amazónica de Sucumbíos.
Tras pedir al pueblo ecuatoriano que tenga confianza en el gobierno, porque aquí, dijo, hay gente responsable, Correa recalcó que el Estado está obligado a acatar el fallo emitido el 2 de noviembre pasado por el comité de Anulación del Centro Internacional de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), entidad adscrita al Banco Mundial.
Tenemos que negociar porque (el laudo) es fruto de un tratado internacional que, nos duela o no, firmó el gobierno ecuatoriano, apuntó el gobernante, quien agregó, que el Estado debe hacer el pago a Oxy para evitar un eventual embargo de sus bienes en el extranjero.
La empresa estadounidense Occidental Petroleum Company (Oxy) demandó a Ecuador en 2006, luego de que el gobierno de entonces canceló su contrato para explotar un bloque petrolero en la región amazónica del país.
Las autoridades ecuatorianas decretaron entonces la caducidad del acuerdo porque la petrolera cedió el 40 por ciento de sus derechos de explotación a una firma canadiense, sin el consentimiento del ministerio de Energía.
Aunque el Comité de Anulación de Ciadi dictaminó que a la transnacional sólo le corresponde el 60 por ciento de los mil 770 más intereses que le había otorgado el Ciadi en 2012, se trata aún de una cifra prohibitiva para Ecuador, que lidia hoy con un coyuntura económica adversa como resultado de la caída de los precios internacionales del petróleo y la apreciación del dólar estadounidense.
Correa, quien en 2009 decretó la salida de la nación suramericana del Ciadi, declaró días atrás que el fallo del tribunal arbitral es un atentado a la soberanía nacional, por arrogarse el derecho de juzgar la ley ecuatoriana.
Según el mandatario, es otra obra más de los tratados firmados en la larga y triste noche neoliberal, en alusión a que la demanda de Oxy se basó en una supuesta violación de un Tratado Bilateral de Inversiones firmado con Estados Unidos antes de su llegada al poder en enero de 2007.