En las últimas semanas nuestro pueblo ha estado enfrascado en debatir la propuesta de nueva Constitución que se le ha presentado.
Las modificaciones a la Constitución vigente son unas cuantas, pudiéramos decir más de cien, que unidas a las propuestas que se están realizando durante la discusión y análisis de la misma pudieran llegar al doble.
Yo me pregunto ¿Estamos apurados por algo?
Un instrumento como la Constitución, la Ley de Leyes, debemos analizarlo y modificarlo a esta velocidad.
¿Es que la Constitución vigente, que nuestro pueblo aprobó hace pocos años, está tan divorciada de la realidad que, o la modificamos o perecemos?
¿No sería más racional tomar los cuatro o cinco problemas más cruciales de nuestra nación y que sean esos los que se sometan a referéndum? Sin prisa, pero sin pausa, como ha dicho varias veces el compañero Raúl. ¿Por qué tanta prisa? Sigue leyendo