México fue uno de los primeros países en condenar y desconocer la elección de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, así como en denunciar «violencia y represión» por parte del Gobierno. Según la analista Stella Calloni, una postura así «es algo desvergonzado» dado el historial de vulneraciones a los derechos humanos en la nación azteca.
Mientras en Venezuela se desarrollaban las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente, el domingo 31 de julio la Secretaría de Relaciones Exteriores de México emitió un comunicado para indicar que la nación azteca «no reconoce» esos comicios, por considerar que «profundizan la crisis» que sufre el país caribeño.