Donald Trump y Jair Bolsonaro, dos presidentes con muchos puntos en común. Foto: Infobae.
No es una interrogante difícil de responder porque es una realidad cotidiana en estos tiempos convulsos que vive Nuestra América y el mundo. Los derechistas tienen un perverso odio por los derechos de sus conciudadanos.
Sin llegar al poder incluso, los representantes del conservadurismo comienzan a vociferar que impondrán recortes sociales, y lo hacen, les quitan la salud y la educación a sus pueblos, anuncian y materializan la privatización de todo, y lanzan a las fuerzas de seguridad para las calles a reprimir y asesinar, si lo estiman conveniente, a cuantos se les ocurra desafiarlos. Sigue leyendo