Escrito por Jorge Legañoa Alonso
13/04/2018
Tras dos horas de enérgica protesta de la delegación cubana asistente al encuentro de la sociedad civil con representantes de los gobiernos del hemisferio en la VIII Cumbre de las Américas, el diálogo que pretendía la Organización de Estados Americanos (OEA) y en el que incluyeron a mercenarios y terroristas contrarrevolucionarios, se fue a bolina.
Al filo de las nueve de la mañana, cuando estaba previsto que comenzara el evento en el hotel Sheraton de la capital peruana, con la presencia de Luis Almagro, secretario general de la OEA, el llamado Ministerio de Colonias de EE.UU. como lo calificara el canciller Raúl Roa, la vocera de la coalición 15, Mirthia Julia Brossard Oris, tomó la palabra y exigió a los organizadores la expulsión de los mercenarios.
Son aliados de terroristas los que están aquí, pagados por Estados Unidos y al servicio de potencias extranjeras, con una agenda de violencia hacia Cuba, argumentó.