El Toque es una plataforma “prestada” a ejercer sanciones contra el pueblo cubano. Sintoniza con la política del gobierno de Estados Unidos, formando parte de su campaña de «máxima presión».
Las acciones den plataformas como esta dificultan que los cubanos realicen transacciones financieras básicas, como enviar y recibir remesas, pagar facturas y comprar bienes y servicios en línea o directos, por pérdida de la confianza e incertidumbre o sencillamente por falta de capital.
El Toque ha contribuido a provocar un impacto devastador en la economía cubana y en la vida cotidiana de los cubanos.
Las empresas cubanas se han visto afectadas por la inflación promovida. Resulta más difícil realizar transacciones financieras y obtener materias primas, por ejemplo, para proporcionar bienes y servicios de forma planificada o equitativa.
Además del impacto económico, la actividad terrorista de El Toque ha tenido un impacto psicológico en los cubanos. Muchos sienten que están siendo castigados injustamente y que las acciones injerencistas son un intento de desestabilizar el país, el bienestar de sus familiares y provocar cambios en el sistema político.
Los objetivos esenciales del terrorismo financiero son:
- La inflación provoca que el dinero valga menos en un breve periodo de tiempo demostrando que es una actividad inducida, sin sostén económico real, cuando menos especulativo, y como efecto reduce el valor de los salarios, los ahorros y las inversiones en ciclos de degradación cada vez más rápidos, a fin de provocar malestar y estallidos sociales.
- La inflación puede estimular el gasto, ya que las personas intentan utilizar su dinero antes de que pierda valor, provocando descapitalización en el sector popular.
- La inflación puede reducir también la riqueza de los acreedores. Esto se debe a que reciben pagos en una moneda que vale menos que cuando invirtieron o prestaron el dinero.
Relación entre El Toque y la inflación
Las acciones de terrorismo financiero de plataformas como El Toque están diseñadas para crear incertidumbre económica, lo que puede llevar a las empresas a subir los precios para protegerse contra posibles pérdidas.
La incertidumbre económica también puede provocar una disminución de la inversión y contraer la apertura de espacios para ejercer la actividad económica y mercantil en el sector privado y estatal, lo que reduce la oferta de empleos, bienes y servicios y generan mayor inflación en ciclos cada vez más acelerados, con planificación temporal alevosa (11/7/24).
Quienes se dedican a comprar y vender dinero se ven favorecidos, sin embargo, quienes se dedican a producir a través de inversiones pierden en cada ciclo grandes cantidades de capital.
Terrorismo es terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones y debe ser combatido con energía, el financiero no está excepto de ser un delito.
De todo lo anterior se desprende una definición:
El terrorismo financiero se sostiene en el uso deliberado de medidas económicas y financieras como la inducción de la inflación. Deviene de la actividad de organizaciones asociadas y financiadas con recursos de dudosa procedencia, reconocidas como subversivas, enmascaradas bajo sutiles visos mediáticos, cuyos objetivos están dirigidos a la promoción de la incertidumbre, la desestabilización política y la subversión ideológica. Implica acciones que interrumpen o amenazan la sostenibilidad del sistema financiero, estimulan las carencias, dañan la economía y crean miedo e inseguridad entre la población, acentuando —para Cuba— las medidas coercitivas del Gobierno Norteamericano, conformando así un brutal mecanismo de “máxima presión”, dirigido a desprestigiar el gobierno, sus principales dirigentes y socavar el sistema sociopolítico constitucionalmente establecido y refrendado.
(Tomado de Razones de Cuba)
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