El gobierno de Estados Unidos, propenso a evaluar al resto del mundo con avales y listas, aun cuando nadie le ha solicitado su opinión, rompió por fin su silencio ensordecedor sobre los últimos sucesos ocurridos en Bolivia.
Lo hizo 24 horas después de que el terror impuesto por las hordas fascistoides de la oposición, con la cómplice traición de las fuerzas militares policiales, obligaran a renunciar al presidente Evo Morales.
De acuerdo con despachos de prensa, este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, saludó la renuncia del presidente de Bolivia, Evo Morales, a la que catalogó como «una fuerte señal» a los gobiernos «ilegítimos» de Venezuela y Nicaragua, y elogió el papel de los militares bolivianos. Sigue leyendo