Tomado de La pupila Insomne
Por José Manzaneda
29/09/2017
Ha sido la “serpiente de verano” en torno a Cuba: el supuesto “ataque acústico” con una “sofisticada arma” a 21 miembros de la Embajada de EEUU en La Habana, por el que el gobierno de Donald Trump –nos dice la prensa- habría incluso evaluado su cierre.
A falta de pruebas, ciertos medios utilizaban vías indirectas para acusar de este “incidente” a los servicios de inteligencia de Cuba (2). El diario español ABC dedicaba más de la mitad de una extensa noticia a las declaraciones de un supuesto “expreso político cubano”, que no tenía “ni un atisbo de duda” sobre la responsabilidad del Gobierno de Raúl Castro (3). Esta persona narraba las “prolongadas torturas auditivas” que sufrió en la cárcel mediante “ultrasonidos de alta amplitud de onda”. Para dar credibilidad a su relato, ABC señalaba que hace años denunció las “violaciones de los derechos humanos en Cuba ante el Consejo General de Naciones Unidas” con “sede en Ginebra”.